Ante la acelerada vida que llevamos, donde todos vamos de prisa, es importante hacer un alto en el camino y reflexionar sobre el trabajo que estamos realizando en el campo de la comunicación y más aún cuando tenemos que interactuar con un número considerable de personas.
Considero que debemos analizar a conciencia qué también estamos haciendo nuestro trabajo, independientemente de la disciplina del conocimiento que estemos ejerciendo, ya que todo cambio, genera desestabilidad, desorden y por lo tanto, ansiedad por querer entregar las cosas a tiempo y lo mejor posible.
Otro aspecto importante es que entre el consultor y cliente debe haber confianza, un trabajo de puertas abiertas, en donde se pueda comunicar todo aquello que pueda aportar una oportunidad y sobre todo, que se pueda establecer un plan de trabajo en donde no solo se pueda entregar el trabajo que está solicitando el cliente, sino que este trabajo permita realizarse en tiempo y forma, es decir, que el consultor pueda analizar, observar y supervisar todas las variantes que se puedan presentar para en la medida de las posiblidades, pueda agotar todas las opciones posibles para solucionar un problema y entregarle un trabajo integral al cliente en turno, toda vez que se debe trabajar contra reloj y contra las circunstancias que se presentan en el entorno.
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